Hay un plan, un proyecto, los recursos, se hizo un estudio y aun así… fracaso… pero ¿porque?
Hoy en día todos queremos o por lo menos conocemos a alguien que haya o quiera emprender, y aunque existan casos de éxito no es ningún secreto que muchos startups no pasan ni del primer año desde su apertura, pero que es lo que lleva a que suceda esto, muchas veces el modelo de negocio no es el problema, a veces esto se encuentra donde menos lo esperarías. En el diseño o planeación arquitectónico. Deja te lo explico.
Errores comunes en la práctica, y por más obvios que sean, nadie los nota… hasta que es muy tarde
El primer error que es mucho más común de lo que creeríamos, es tener poco conocimiento o idea del presupuesto final del proyecto, si esta parte no está clara, el proyecto está destinado al fracaso y probablemente se quede a medias, todas las variables deben de estar perfectamente calculadas, y siempre debe de haber cierto margen de error, no se puede llegar tan justo, nunca sabes que contratiempo puedes encontrar. Creer que vas a ser el negocio más exitoso en tu primera semana también es un error muy común, se debe de hacer un plan de contención ya que probablemente tu primer año va a ser de los más difíciles y duros. Lo más importante en todo este proceso es probablemente el que debes de estar abierto a escuchar a tu equipo y al equipo que está ayudando con el diseño y la planificación, ya que ellos saben cuáles serán los puntos débiles y necesarios por tratar en tu negocio. Hay una razón de porque la planeación es la etapa más importante y trascendental de todas, ya que es donde más errores se pueden cometer, y a la vez donde más se pueden evitar, es por eso por lo que la falta de un presupuesto claro, expectativas poco realistas y no escuchar al equipo son errores que pueden condenar un emprendimiento al fracaso. Reconocer estos errores y abordarlos desde el principio puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Al planificar con precisión, establecer expectativas realistas y valorar las opiniones de tu equipo, puedes construir una base sólida para tu negocio y aumentar significativamente tus posibilidades de éxito. La clave está en la preparación, la adaptabilidad y la colaboración. Y es que muchas veces por obvias que puedan parecer las cosas, a veces son las más complicadas de ver. A veces el sentido común no es tan común como parece.
La ubicación, el punto de partida
La ubicación es en principio lo primero y de lo más importante en el desarrollo del emprendimiento, ya que supongamos que quieres poner un restaurante o un lugar al que las personas puedan ir a pasar el rato (cafetería, bar, etc.), para empezar deberás de elegir si quieres que se encuentre en una calle con alto flujo o en un área más tranquila, ya que una calle principal puede atraer más clientes y hacerte más notorio, pero le agregas problemas como ruido, tráfico para llegar y salir, en cambio una calle más tranquila puede significar menos exposición pero una experiencia más amena para los clientes. Ahora este mismo ejemplo de una calle importante y transitada a una más tranquila y aislada es puede que sea una decisión que arruine o salve al emprendimiento.
No es ningún secreto que, entre más importante, transitada, o exclusiva la zona, incrementa el costo de renta, mantenimiento etc. Mientras que tu otra opción puede ser más económica, sin embargo, el pagar más puede significar que estes en un área de exposición mayor, mientras que si decides ahorrar y estar menos en el ojo del público puede afectar el número de clientes. ¿Vale la pena el riesgo, o es ponerle una fecha de caducidad al proyecto?
La respuesta no es un simple sí o no, la ubicación ideal depende del modelo de negocio y de la estrategia de crecimiento a largo plazo. Es por eso por lo que en el planteamiento y planeación se debe de analizar cuidadosamente los pros y contras, y realizar una planificación arquitectónica adecuada que maximice el potencial del espacio elegido, puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de un emprendimiento. La ubicación no es solo un punto en el mapa o una dirección a la que llegar, sino la piedra y la base sobre el cual se construye el futuro de la empresa.
Querer emprender sin conocer lo que quieres hacer
Esto puede parecer o sonar contradictorio, sin embargo, muchas veces las mismas ganas o “urgencia” de querer emprender puede hacer que nos saltemos partes obvias, pero a la vez necesarias e indispensables para el negocio. Desde cosas tan básicas como lo vital que puede ser la cantidad de cajones de estacionamiento que necesita o requiere tu negocio para que no generes un conflicto para tus clientes. El ejemplo seria cualquier tienda de conveniencia, ya que, al tener un alto flujo de clientes, si no les das suficientes opciones de estacionamiento perderás muchísimos clientes ya que, por mucho que a veces no tardes más de 5 minutos en comprar, nadie va a dejar su coche a la mitad de la calle para comprar un agua. Ahora imagina que tu sueño es montar una pizzeria, ya tienes el local, el estudio de mercado, el menú armado, un presupuesto y todo listo para comenzar el proyecto de tus sueños, pero cuando vas a comenzar con el montaje, te das cuenta de que nunca ni siquiera consideraste que el local pudiera si quiera estar preparado para montar el tiro de la chimenea, y entonces todo el proyecto se viene abajo. Es como querer montar un gimnasio en una plaza y ni siquiera saber si el piso es capaz de soportar toda las máquinas y el alto impacto. Es por eso por lo que es clave el prepararse bien y conocer a la perfección en que estas depositando tu dinero. La urgencia por emprender puede hacer que olvidemos aspectos cruciales que pueden poner en riesgo todo el proyecto. Prepararse bien, considerar cada detalle y consultar con expertos en cada etapa son claves para evitar estos errores y asegurar el éxito de tu emprendimiento. De nada sirve querer apresurar el proceso si al final por hacer todo rápido, el proyecto no puede ni concretarse, o fracasa.
Hay una razón por la que si en los últimos 4 años nacieron 1.7 millones de emprendimientos, 1.4 millones murieron o fracasaron (García, 2024). Y aunque temas como la pandemia pudieron afectar, el querer hacer todo rápido y a como dé lugar es la principal razón de los fracasos de los emprendimientos, hay procesos que no se pueden acelerar, los proyectos toman su tiempo y se debe de hacer y seguir todo en un orden. Es fácil evitar estos errores, se debe de tomar el tiempo para planificar cuidadosamente, considerar cada variable y consultar con expertos. Prepararse bien desde el principio no solo aumenta las probabilidades de éxito, sino que también proporciona una base sólida sobre la cual el negocio puede crecer y prosperar.
Bibliografía
García, A. K. (31 de Enero de 2024). El Economista . Obtenido de En los últimos 4 años nacieron 1.7 millones de negocios en México; murieron 1.4 millones: https://www.eleconomista.com.mx/empresas/En-los-ultimos-4-anos- nacieron-1.7-negocios-en-Mexico-murieron-1.4-millones-20240131-0028.html