¿El fin del concreto? La madera CLT podría revolucionar la construcción

Imagina rascacielos de madera que desafían la gravedad y resisten incendios y terremotos. No es ciencia ficción, es CLT (madera contralaminada), un material más ligero, fuerte y sostenible que el concreto. Con ciudades como Oslo y Tokio apostando por él, el futuro de la construcción podría estar hecho de madera.

Imagina una ciudad donde los rascacielos no están hechos de acero y concreto, sino de madera. No cualquier madera, sino CLT, un material innovador que combina resistencia, sostenibilidad y rapidez de construcción.

Por años, el concreto ha sido el rey de la construcción, pero su alto impacto ambiental ha llevado a buscar alternativas. Ahí es donde entra la CLT, un material que no solo es ecológico, sino que podría cambiar para siempre la forma en que construimos nuestras ciudades.

Cuando pensamos en construcciones de madera, imaginamos cabañas o casas rústicas, pero la madera CLT es otra historia. Su fabricación es lo que la hace única: se apilan capas de madera en direcciones opuestas y se unen con adhesivos de alta resistencia, creando paneles extremadamente fuertes.

Este proceso la convierte en un material con características impresionantes:

  • Tan resistente como el concreto: Sus paneles pueden soportar enormes cargas estructurales.
  • Mucho más ligera: Permite construcciones más eficientes y con menor impacto en los cimientos.
  • Rápida de ensamblar: Se prefabrica en fábricas y se ensambla en el sitio de construcción, reduciendo el tiempo de obra.

Ciudades como Oslo, Londres y Tokio ya están adoptando este material, y los edificios construidos con CLT alcanzan alturas impresionantes. El MjøstÃ¥rnet, en Noruega, es el rascacielos de madera más alto del mundo con 85 metros y se construyó en solo 18 meses.

¿Pero qué pasa con el fuego?

La primera reacción de muchos es dudar de la resistencia al fuego de un edificio de madera. Sin embargo, la CLT es sorprendentemente segura.

Al quemarse, forma una capa carbonizada en la superficie que protege el interior del panel y ralentiza la combustión.
En algunos casos, es más segura que el acero, ya que el metal pierde resistencia con el calor extremo, mientras que la CLT mantiene su integridad estructural por más tiempo.

Este factor la ha hecho viable incluso para construcciones de gran altura en zonas urbanas.

Uno de los beneficios más importantes de la CLT es su impacto ambiental y su eficiencia en la construcción.

Reduce la huella de carbono: Mientras que la producción de concreto y acero emite enormes cantidades de CO2, la CLT almacena carbono en lugar de liberarlo, reduciendo hasta un 75 % las emisiones en comparación con construcciones tradicionales.
Edificios listos en semanas, no meses: Al llegar en paneles prefabricados, los edificios pueden ensamblarse hasta un 50 % más rápido que con materiales convencionales.
Menos residuos de obra: Al fabricarse con precisión en fábricas, se minimizan los desechos en el sitio de construcción.

Además, la CLT tiene una flexibilidad estructural increíble, lo que le permite resistir terremotos sin sufrir daños significativos. En zonas sísmicas, este material podría ser clave para evitar colapsos.

La madera CLT no es solo una moda, es una revolución en la construcción. Su combinación de resistencia, sostenibilidad y rapidez la convierten en la alternativa más viable al concreto y al acero.

En el futuro, podríamos ver cada vez más rascacielos hechos de este material, cambiando la forma en que construimos y reduciendo nuestro impacto en el planeta. Quizá, la ciudad del futuro no será de acero y cemento, sino de madera.

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